Hamblin y D'Agostino, califican a la final por su deportividad
El espíritu olímpico se hizo presente en Río. La atleta neozelandesa Nikki Hamblin y la estadounidense Abbey D'Agostino protagonizaron una de las escenas de estos Juegos Olímpicos que nunca se olvidarán.
Hamblin se tropezó y con su caída ocasionó que Abbey D’Agostino cayera también. ¿Cómo hubiera reaccionado usted? Algunos esperaban que se convirtiera en un momento de ira o molestia. Pero D'Agostino ayudó a su rival a incorporarse y ambas se fundieron en un abrazo de consuelo en medio de la desgracia. "Continúa, estos son los Juegos Olímpicos, tenemos que terminar", le dijo.
Metros más adelante, D' Agostino cayó en la pista atlética por un fuerte calambre. La corredora de Nueva Zelanda no dudó en prestarle ayuda y de esa forma devolverle el favor.
La ganadora de esta carrera fue la etiope Almaz Ayana (15:04.35). D' Agostino llegó dos minutos después que la africana con un tiempo de 17:10.2. Pero eso fue lo de menos, Hamblin cruzó la meta se abrazó con la norteamericana y el público las llenó de aplausos. En Río 2016 vimos una genial muestra de olimpismo y solidaridad.
Como premio a su esfuerzo y su acto de deportividad, aunque llegaron las últimas, los jueces les han recalificado para la final. ¡Pum!